Cómo elegir sandalias veganas | El impacto medioambiental de la industria del calzado
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La elección de usar un calzado u otro, jamás había sido tan importante como ahora.
¿Has considerado la posibilidad de que tu elección de vestir zapatos veganos y sostenibles pueda contribuir a conservar la selva amazónica?
Como consumidores, nos han bombardeado día a día con la idea de que debemos comprar sin parar como si no hubiera un mañana. Estímulos y anuncios que ignoran nuestras necesidades y nos conducen hacia deseos imaginarios. Sin embargo, ¿qué sucedería si viviéramos en un mundo donde consumiéramos aquello que realmente necesitamos? Tanto nosotros como el planeta estaríamos realmente mejor.
Hay cierta esperanza puesta en el hecho de que la industria de la moda se esté moviendo hacia la sostenibilidad, y la industria del calzado en particular está siguiendo su estela. Porque, desde la producción hasta el término de la vida útil de los productos, el impacto medioambiental de la industria del calzado no es nada desdeñable.
«un zapato tarda hasta 40 años en empezar a descomponerse en un vertedero»
Según un estudio realizado por Quantis, la industria del calzado es responsable del 1,4% de las emisiones globales de Gases de Efecto Invernadero. Es un dato notable, especialmente si tomamos en comparativa que el turismo aéreo supone el 2,5% de las emisiones. Las predicciones indican que el mercado global de zapatos deportivos por sí sólo excederá los 95 milmillones de dólares norteamericanos en 2025 respecto a los 55 que alcanzó en 2016. Así, con el continuo crecimiento de la industria del calzado, si no se realiza algún cambio dirigido hacia la sostenibilidad, el impacto medioambiental no hará más que empeorar.
Sin embargo, gracias a iniciativas promovidas por compañías comprometidas y a la creciente elección de consumidores (particularmente de entre las franjas de edad más jóvenes), los zapatos se están fabricando de maneras más innovadoras y eso favorece al estado del planeta. Incluso algunos de los que encabezan este mercado dentro de la industria del calzado han dado algún paso en esa dirección, explorando el ámbito de aplicación de tecnologías digitales para darle un mejor uso a los materiales y creando una mayor durabilidad en el calzado.
Aunque es un buen comienzo, son las pequeñas marcas las que realmente parecen liderar este camino porque no se limitan a fabricar de modo sostenible una pequeña parte de sus zapatos, sino que toda la marca comprende esa línea. Y eso incluye las fuentes de provisión de materiales, la manufactura en un entorno laboral justo, y esforzarse lo mejor posible para prevenir que haya químicos dañinos o dispendio de recursos hídricos en la producción. Es decir, ponen en marcha todos esos métodos alternativos que contribuyen a reducir el impacto de carbono que provoca el calzado y que causan el menor daño sobre el medio ambiente.
A diferencia del algodón convencional, el algodón orgánico (certificado) es un material completamente sostenible. Crece sin el uso de pesticidas y con semillas que no han sido modificadas genéticamente, sembrado en cultivos rotativos lo cuales son regados con un 80% de agua de lluvia. Por el contrario, el algodón convencional sobrecarga los campos de cultivo, crece mediante el uso de químicos dañinos y emplea una enorme cantidad de recursos hídricos. Por eso, el empleo de algodón orgánico contribuye a combatir el cambio climático, ya que además implica una reducción de las emisiones de carbono muy significativa en comparación con el convencional, y es también más seguro para nuestra piel. Puedes ver algunos de nuestros bellos modelos de zapatos hechos con algodón orgánico aquí.
«la principal causa de la deforestación del Amazonas son los campos destinados a la ganadería, y actualmente el 50% de los productos hechos con piel animal son zapatos»
Puesto que un zapato tarda hasta 40 años en empezar a descomponerse en un vertedero, los zapatos hechos con materiales innovadores y sostenibles son clave para abordar la crisis climática. El Piñatex es un material hecho a partir de las hojas de piñas, esas hojas que normalmente eran desechadas o quemadas como un subproducto residual de esa industria agrícola. Así, lo que habitualmente sería descartado como un desperdicio, sirve para crear una nueva producción en esas comunidades agrícolas y además puede servir como fertilizante natural o biocombustible a partir del sobrante de esas hojas una vez extraídas las fibras. Al final, es un producto totalmente ecológico libre de químicos peligrosos, de elementos de origen animal, y que requiere muy pocos recursos hídricos, y, aún así, resulta un material increíblemente duradero.
Mucha gente no es consciente de cuantos animales resultan muertos a manos de la industria del calzado, a parte del modo en que son tratados. Teniendo en cuenta que la principal causa de la deforestación del Amazonas son los campos destinados a la ganadería, y que actualmenteel 50% de los productos hechos con piel animal son zapatos, se hace evidente que el calzado de piel contribuye a la destrucción de preciosos hábitats. Si consideramos el papel vital que juega el Amazonas en la conservación del equilibrio en la atmósfera del planeta, al reemplazar dióxido de carbono por oxígeno, podemos ver por qué esta selva, a menudo llamada «el pulmón del planeta», debe ser salvada por todos los medios a nuestro alcance. Y elegir alternativas veganas frente a los zapatos de piel, tales como el Piñatex o zapatos de cuero vegano (los cuales tienen, además, el mismo aspecto, cuando no lucen incluso mejor), por tanto, es motivo de sentir orgullo por tu contribución a la sostenibilidad medioambiental.
Otra opción para contribuir a una industria del calzado más sostenible son los zapatos hechos de corcho. Este material cosechado de los alcornoques, es totalmente sostenible y tiene un elevado impacto positivo sobre el planeta. Su cultivo tiene un efecto de sustracción de carbono asombroso (no tiene casi parangón en ello). Y los zapatos hechos de corcho lucen espectaculares además de ser de suyo propio resistentes al agua, porque están hechos con un material impermeable. Son una opción de calzado, sostenible y vegana, irresistible.
Así pues, ¿cómo podemos ser parte de la solución?
Como consumidoras y consumidores, tenemos el poder de invertir en productos afines a nuestros valores y creencias, de modo que la próxima vez que tengamos que comprar algo, podemos revisar la calidad ética de las marcas, preguntándonos si actúan de un modo sostenible y si son veganas.
La educación también es una herramienta muy poderosa para avanzar hacia un cambio. Por ello, debemos aprender lo más que podamos y compartirlo con el resto. Unirse a comunidades donde encontrar a otras personas afines y dispuestas a reflexionar, y, como suele decirse 'ser el cambio que deseamos ver en el mundo'.
Dado que detener el cambio climático es una carrera a contrarreloj, hay que tomar partido ahora para que podamos causar efecto. Así que, si has de comprar, recuerda hacerlo sosteniblemente, éticamente, y vegano, y sólo compra aquello que necesites. Eso te irá bien a ti y minimizará el impacto sobre el planeta. Hay un amanecer distinto que podemos llegar a ver.
Que tengas un día estupendo
el equipo NAE