cartel COVID

¿Cuál ha sido el impacto de la COVID-19 sobre la industria de la moda?

Desde hacer el cambio a los zapatos veganos hasta el incremento de las compras por internet, la pandemia ha producido sin duda una sacudida en el terreno de la sostenibilidad de la moda.

Se hace extraño pensar que hemos vivido ya más de un año de una pandemia global. Y eso nos ha afectado en tantos aspectos como jamás hubiéramos podido esperar que lo hiciera. Por eso, este artículo va dirigido a explorar qué ha cambiado realmente en el seno de la moda a nivel global, como consecuencia de la Covid-19.

En su primera oleada, ocurrieron cambios dramáticos. Según el Foro Mundial de Economía, «en los Estados Unidos de América, las ventas de ropa cayeron un 89% en abril [del 2020] con respecto al mismo mes del año anterior» y similarmente hubo un descenso del 50% en el Reino Unido durante el mismo período. Esta reducción del consumo tan rápida y brusca en ambos territorios, puede considerarse un ejemplo de lo que estaba aconteciendo en el resto del mundo.

Sin embargo, está claro que la Covid-19 ha abierto una brecha que puede permitir a las marcas de moda replantearse el camino que han estado siguiendo hasta ahora y pensar en adoptar una estrategia distinta y más ética. Eso sin duda incluye reducir su impacto sobre el medio ambiente - empezando por sus enormes cantidades de estoc sobrante que se han generado durante la crisis de la Covid - poniendo el foco en hacer más ecológicos esos negocios.

 

covid add

Dado que el confinamiento ha impuesto el cierre de los comercios físicos, muchas marcas han sido "obligadas" a unirse al mundo digital y buscar nuevas formas de ofrecer servicios al cliente y construir relaciones. Los desarrollos tecnológicos seguirán proporcionando un apoyo incluso en lo referente a la reapertura de las tiendas físicas. Ese aumento de la digitalización, además, ha permitido encontrar nuevas oportunidades para sus productos, desde el ámbito del diseño hasta el del término de su vida útil. Algunos de estos cambios están sirviendo para abordar el coste medioambiental de la moda; un ejemplo de ello son las aplicaciones de testeo virtual y tecnología 3D para minimizar el dispendio textil. 

Eso, junto con el incremento del cuidado por parte de los consumidores con respecto al planeta, debe hacer proseguir a las marcas de moda en la dirección de poner la ética y la sostenibilidad como pilares principales.


 

Los efectos en los trabajadores de la confección

Cuando la pandemia tocó su primer punto álgido, lo mismo que las tiendas de ropa tuvieron que bajar sus persianas, quienes trabajaban en ellas se vieron obligados a dejar sus puestos. Por no hablar de los trabajadores en el área de la cadena de proveedores, los cuales han tenido que afrontar un destino todavía más incierto; la situación de pandemia hizo resaltar, asimismo, la necesidad de cambios fundamentales que se requiere en esa área de la industria en que se encuentran muchos trabajadores en condiciones de explotación. Con todo, cada vez está resultando menos aceptable el mirar a otra parte en materia de responsabilidad social.

 

garment production

El pago a los trabajadores proveedores de las prendas manufacturadas en la moda a nivel mundial, habitualmente llega con mucho tiempo de demora tras la realización del pedido. Económicamente, eso implica que durante la pandemia la cadena de tales fabricantes ha tenido que afrontar pérdidas millonarias a parte de que las marcas de moda han cancelado incontables pedidos a nivel mundial. A lo largo del Pacífico asiático, donde la mayoría de las prendas de la llamada fast fashion o moda convencional son producidas, los trabajadores del téxtil han recibido un impacto de proporciones devastadoras. 

Gracias a campañas tales como la #PayUp que ha hecho crecer la concienciación, se ha ejercido una presión que ha logrado que varias marcas finalmente pagaran por los productos realizados antes de la pandemia, aunque no todas las marcas han soltado prenda. En este contexto de pandemia, los consumidores han tenido la ocasión de pensárselo dos veces antes de comprar prendas de ropa, poder inquirir acerca de la procedencia de las mismas, y ver así si las marcas están actuando éticamente y también si están siendo transparentes con respecto al cuidado de sus trabajadores. A su vez, todo ello ha dado ocasión a debatir sobre el poder de que dispone el consumidor para ejercer una presión encaminada a un cambio positivo, el cual podría devenir con el simple hecho de elegir moda ética.


 

Es momento de comprar sosteniblemente

Con el fin de dar un enfoque con una amplia perspectiva, podemos comenzar con un dato a tener en cuenta: de media, se necesitan 2.700 litros de agua para hacer una camiseta, lo que equivale al agua que una persona necesita para beber durante tres años. Si lo tomamos en la opacidad que hay alrededor de la moda convencional, no es difícil ver lo problemático e insostenible que puede ser el mundo de la moda. 

Con todo, no es ningún secreto el hecho de que se ha ido incrementado la conciencia de los ciudadanos con respecto al coste que tiene la moda convencional, ya de antes de la situación emergida a raíz de la Covid-19. Pero el tiempo extra que se ha tenido que estar en casa durante estos tiempos reciences, parece haber incrementado todavía más el número de consumidores que optan por elegir una moda más sostenible. Dado que muchas tiendas tuvieron que bajar sus persianas, muchos hábitos de consumo se vieron bloqueados, lo cual obligó a la gente a tener que detenerse a pensar. Y, al parecer, la situación podría haber generado el contexto adecuado para darle un giro al comportamiento del consumidor.

 

shopping on covid times

Tal como indica la ONS, aunque la tendencia global de las ventas de ropa en el Reino Unido muestra una recuperación desde que la situación pandémica se ha estabilizado, «continúan estando un 41,5% por debajo del nivel en que se encontraban en febrero del 2020, esto es, antes de que la pandemia comenzara». Incluso habiéndose elevado la compra online, esto no ha sido suficiente para mantener los niveles de consumo pre-pandemia.

Ahora bien, si contemplamos un modo de vida sostenible como algo con lo que sentirse bien, podemos entonces orientar la perspectiva hacia comprar aquello que uno considera necesario, en lugar de aquello que se quiere. Las marcas de moda éticas están caminando en el sentido de un mejor futuro, ofreciendo productos tales com zapatos hechos de botellas de plástico recicladas, de algodón orgánico libre de pesticidas e incluso de corcho.

No cabe duda de que reducir el consumo, extender la duración de las prendas de ropa que se tiene, y hacer elecciones críticas con respecto al impacto social y medioambiental que tiene la moda, hará que estés en el camino de la moda sostenible.

En base a una filosofía ética, vegana, nos tomamos muy en serio la responsabilidad social y la cuestión de la transparencia. En NAE tomamos parte activa en el asunto de la sostenibilidad medioambiental, en todos y cada uno de los aspectos de nuestra marca, de modo que podamos ofrecerte zapatos veganos y también accesorios veganos que te hagan sentir bien.

 

Te desamos un día feliz y saludable.

 

El equipo de NAE.

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