La urgencia de convertir la moda en sostenible
Compartir
¿Quién de nosotros no sabe que el tiempo corre?
La crisis climática es un fenómeno reconocido casi universalmente por el consumidor actual. Mucha gente quiere marcar la diferencia, pero no sabe por dónde empezar. La definición de moda sostenible puede ser un concepto frustrante y abstracto, y para alguien que piensa en el planeta cuando busca un nuevo atuendo, puede resultar francamente desalentador. Con tantas grandes tiendas diferentes que afirman ofrecer moda sostenible, ¿cómo se puede abordar la actual crisis de sostenibilidad antes de que sea demasiado tarde?
Reducir las compras innecesarias
El problema de los residuos se ve agravado por nuestro rápido mundo online. Con las nuevas tendencias digitales que surgen cada pocos días en TikTok o Instagram, la moda pasó de ser estacional a cambiar casi semanalmente. Un experto en redes sociales puede comprarse un conjunto entero para grabar un vídeo de 12 segundos, y no volver a ponérselo nunca más. Es prioritario que la moda siga siendo divertida y que la Tierra sea lo primero, para que a la gente le guste su aspecto sin los efectos secundarios. Esperamos cambiar la conversación en Internet hacia la reutilización y el uso repetido de la ropa que la gente ya tiene, y reinventar las viejas tendencias de tu armario en lugar de vaciarlo por otras nuevas. Si la gente es consciente de lo grave que es la situación, estará más dispuesta a realizar cambios positivos ahora.
Definir la sostenibilidad
Demasiados actores de la industria de la moda parecen no ponerse de acuerdo sobre lo que significa realmente la sostenibilidad en términos concretos y procesables. A menudo, cuando compras una chaqueta o un bolso que dice "sostenible", no se exige que esa afirmación se justifique realmente. Sin un consejo regulador "oficial", las empresas pueden establecer sus propias y convenientes definiciones de sostenibilidad. Esto a menudo les permite exagerar pequeños gestos medioambientales simbólicos mucho más allá de su impacto positivo real. Existen varios proyectos de certificación, en los que una empresa puede solicitar voluntariamente que se reconozca que actúa de forma sostenible.
Las empresas que solicitaron el estatus de Corporación B, una de estas certificaciones, han realizado esfuerzos activos y auténticos para señalar al consumidor "somos sostenibles". Sin embargo, aunque hacen un buen trabajo, certificaciones como B Corp u OEKO TEX, una credencial de sostenibilidad de los tejidos, siguen siendo voluntarias, lo que significa que las empresas no certificadas pueden seguir produciendo moda contaminante y no sufrir repercusiones tangibles por sus falsas afirmaciones de sostenibilidad.
Encontrar una forma universal y consensuada de decir "esto es sostenible" y "esto no lo es" que el consumidor medio entienda al instante es un requisito urgente para la industria. Sin una definición clara, de buena fe y potencialmente vinculante jurídicamente de la sostenibilidad, el poder adquisitivo de los consumidores bienintencionados podría desperdiciarse, y el impacto positivo que podrían haber tenido se verá socavado cuando más hubiera importado.
Integrar los cambios positivos
El cambio tiene que venir de ambas partes, del consumidor y de la industria. Los proveedores desempeñan un papel enorme, y también ellos deben predicar con el ejemplo. La moda es cuestión de tendencias, y si se puede sacar al mercado un nuevo tejido sostenible, será más probable que la industria lo adopte a medida que aumente su disponibilidad. Las fibras naturales derivadas de cosechas, como el Piñatex, hilado a partir de hojas de piña que de otro modo se desperdiciarían, constituyen un tejido resistente ideal para el calzado y la ropa sostenibles. Forbes también informó recientemente sobre una serie de nuevas fibras que se están desarrollando a partir de orígenes reciclados, como Infinna™ y Circulose®, con la esperanza de dar un buen uso a tejidos y residuos agrícolas al final de su vida útil. Incorporar tejidos sostenibles y que reduzcan los residuos es un gran paso en la dirección correcta para los proveedores.
La mejor solución para que los consumidores cambien es destacar las mejores prácticas empresariales y la sostenibilidad real. Considera el significado de la palabra sostenible; cuando la producción y el consumo pueden mantenerse en equilibrio con el medio ambiente y el suministro de materiales. Empieza por identificar los productos que tienen emisiones de carbono netas neutras o netas negativas, y elígelos en lugar de la opción más contaminante. Centra tu elección de tejidos en opciones recicladas y reciclables, y en fibras orgánicas de origen vegetal. Elige opciones de ropa vegana y sin crueldad, con alternativas de cuero cultivado de forma natural, frente a sustitutos sintéticos menos sostenibles.
Una vez que hayas identificado los cambios positivos que puedes hacer en materia de sostenibilidad, defiéndelos en tu vida cotidiana y predica con el ejemplo.
No tengas miedo de que te vean con la misma ropa varias veces: ¡hazlo con orgullo! Unos zapatos veganos de alta calidad podrían ser tu par favorito durante una década antes de desgastarse, en lugar del interminable molino de comprar-romper-sustituir al que obligan los productos no sostenibles. Y si al final te cansas de tu look, considera la posibilidad de reutilizarlo con un amigo o revenderlo en el mercado vintage, en lugar de tirarlo a la basura. Lo usado es lo nuevo, y ayuda a prolongar el ciclo de vida de la ropa mucho más allá del ciclo tóxico de la moda rápida.
Cambio auténtico
La crisis de sostenibilidad no va a mejorar por sí sola, pero si un número suficiente de consumidores hace un esfuerzo adicional para reconsiderar e investigar antes de comprar un nuevo bolso, chaqueta o zapato, existe una posibilidad real de que las cosas mejoren. Elegir la ropa con conciencia y planificar las compras en función de las necesidades en lugar de los deseos conducirá a un clima mejor tanto en el mundo de la moda como en el planeta Tierra.